Padre bueno danos la gracia de cada día de valorar ese ser especial que nos distes nuestras Madres...
Asamblea en la carpintería
Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.
Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.
Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos".
La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.
Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observen y lo comprobarán. Cuando en una empresa el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos.
Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos.
miércoles, 21 de agosto de 2013
miércoles, 7 de agosto de 2013
lunes, 5 de agosto de 2013
Brasil
|
La historia
cuenta que en el año 1717, El gobernador de Sao Paulo y Minas Gerais, don Pedro
de Almeida y Portugal, Conde de Assumar, pasó por la villa de Guaratinguetá
camino a villa Rica. Por tal motivo, los pobladores del lugar, queriendo
agasajar al invitado, solicitaron a tres pescadores, Domingos Garcia, Filipe
Pedroso e João Alves, una provisión de peces.
Estos hombres
se encontraban en el río Paraiba, arrojando sus redes en el agua, cuando de
repente al levantar una de ellas, encontraron una figura rota de terracota de la
Virgen de la Concepción, de tan solo 36 cm. Primero hallaron el cuerpo y al
arrojar otra vez la red lograron ubicar la cabeza. Luego del suceso, la pesca,
que hasta ese momento había sido escasa, fue tan abundante, que tuvieron que
volver a la costa por el peso que tenían sus pequeñas embarcaciones.
Uno de los
pescadores llevó la imagen a su casa y le realizó un pequeño altar, unos años
después crearon un oratorio, lugar que era visitado por todos los
lugareños.
El 5 de mayo de 1743, se comenzó a construir un templo, que se inauguró el 26 de julio de 1745, venerando a la Virgen bajo la invocación de Nuestra Señora Aparecida.
El pueblo de
Nuestra Señora Aparecida se encuentra a unos cuantos kilómetros de
Guaratinguetá, villa del Estado de Sao Paulo.
Se ignora
completamente como es que la imagen fue a parar al río, pero si se conoce su
autor, un monje de Sao Paulo, llamado Frei Agostino de Jesús quien la moldeo en
el año 1650.
La Virgen es de
color moreno y esta vestida con un manto grueso bordado, sus manos se ubican en
el pecho en posición de oración, fue coronada solemnemente en 1904, por don José
de Camargo Barros, obispo de Sao Paulo.
El 16 de julio
de 1930, Pío XI la declaró a Nuestra Señora Aparecida patrona de Brasil. El día
4 de julio de 1980, el Papa Juan Pablo II visito el santuario y le dio el título
de Basílica.
|
EL ÁGUILA
El águila es el ave de
mayor longevidad de la especie.
Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40, deberá tomar una seria y difícil decisión.
A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico, largo y puntiagudo se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas, gruesas.
Volar se hace tan difícil !!
Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un dolorido proceso de renovación, que dura 150 días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse
ahí en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.
Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear con su
pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Después de arrancarlo,
esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas.
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas.
Después de cinco meses, sale para el famoso vuelo de renovación y para vivir 30 años más ...
En nuestra vida, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.
Para continuar un vuelo de victoria, debemos desprendernos de
hechos, costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor.
Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación trae.
Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40, deberá tomar una seria y difícil decisión.
A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico, largo y puntiagudo se curva, apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas, gruesas.
Volar se hace tan difícil !!
Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un dolorido proceso de renovación, que dura 150 días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse
ahí en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.
Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear con su
pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Después de arrancarlo,
esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas.
Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas.
Después de cinco meses, sale para el famoso vuelo de renovación y para vivir 30 años más ...
En nuestra vida, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación.
Para continuar un vuelo de victoria, debemos desprendernos de
hechos, costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor.
Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación trae.
Es necesario cambiar los paragdimas de nuestro sistema educativo y abrirnos al nuevo siatema educativo Venezolano.
jueves, 1 de agosto de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)